En el abandono obra premiada 

Por Miguel Villarello

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La falta de pátina, estar bajo arbolado y en un lugar no adecuado, está dañando la obra escultórica premiada internacionalmente, El Danzón, por lo que su creadora, Rosalina Cervantes, sugirió colocarla en un lugar más adecuado donde además la puedan apreciar más personas.

Luego de haber estado seis meses en Bellas Artes durante la década de los 80, la obra pasó a colocarse en el parque Venustiano Carranza, sin embargo, es poco visitada y la gente demuestra desinterés pues no tiene una leyenda explicativa.

La escultura El Danzón está compuesta por tres elementos y está dedicada a la madre de la pintora y escultora; antes fue premiada en una exposición internacional en Japón, donde obtuvo el premio Jakone.

Rosalina Cervantes cuenta que allá concurrieron tres mexicanos, “Rosalina Cervantes, Pedro Cervantes y Noemí Ramírez, participaron poco más de 35 competidores, principalmente japoneses y varios europeos de talla internacional”.

En el recorrido por el parque Venustiano Carranza, sitio al sur de la ciudad donde se encuentra la escultura desde 1989 es posible apreciar que, en apariencia no se le ha dado el adecuado mantenimiento.

El Danzón está compuesta por tres figuras denominadas monumentales, cuyo material es de bronce y con un peso calculado Rosalina Cervantes en más de tonelada y media, son de aproximadamente 2.10 metros de altura y representan a una acordeonista y dos parejas abrazadas bailando. De ahí el nombre de El Danzón.

Y de inmediato hace sus observaciones: “No es correcto que esté bajo los árboles pues le quitan vistosidad, no tiene una leyenda que la identifique y que la gente y los visitantes la conozcan, además de que el lugar de su colocación no es el más adecuado.

Asimismo, le falta la pátina, que ella misma explica es un trabajo de limpieza a través de ácidos, “por ser las esculturas de bronce y componentes químicos que le dan el color y brillantez original, eso lo puede hacer un experto en arte basándose en la obra original”.

Luego de afirmar que es la única mujer coahuilense que ha obtenido un permio internacional en la disciplina de escultura monumental, que estudió en la academia de Rubén Herrera, en la Academia San Carlos y tiene estudios en el Politécnico, afirma que se decidió por ser artista ya que es su pasión.

Entonces platica que en aquellos años le llegó la convocatoria telegráfica en el mes de enero y tenía que entregarla en mayo, “Hicimos los moldes y vaciamos la obra, nos gastamos alrededor de 8 mil dólares entre el levantamiento y cocimiento pues era poco tiempo”.

Pero afirma que “los convocantes me enviaron el embalaje especial para trasladar la escultura hasta Japón”.

Sobre el nombre, manifiesta que “fue en dedicatoria a mi madre, que fue maestra de música y estudió en varias academias, tocaba todos los instrumentos musicales y bailaba”. Pero a Rosalina le gustaba verla bailar el danzón: “Me llamaba mucho la atención cuando lo hacía mi madre, bailaba de ladrillito y se me quedó bien grabado”.

Cuenta que el exgobernador Eliseo Mendoza le proporcionó el recurso para trabajar en la obra y llevarla a Japón a concursar, y de él salió la sugerencia para colocarla donde está hoy, en el parque Venustiano Carranza.

Voltea a verla, parece que disfruta pasearse a su alrededor en el jardín donde está colocada El Danzón y entonces hace su sugerencia: “Había sugerido que se coloque en aquel andador por el que todo mundo pasa al llegar a Saltillo o viajar a Monterrey”.

“Estaría sobre un montículo no muy alto para que la gente pueda apreciarla, inclusive llegar y bajar de su automóvil y la aprecie junto con su leyenda explicativa resaltando su importancia y trascendencia”.

“Esta es mi idea, es como pedir justicia de cierta forma en cuanto a que soy la única mujer escultora que ha obtenido un premio internacional”

Multipremiada en el país, en el estado, en el municipio e internacionalmente, la pintora y escultora originaria de Coahuila, quien cuenta con una amplia trayectoria en las artes, incluso en su casa en el Centro Histórico de la ciudad tiene dos galerías de exposición de sus obras a las que les ha impreso su estilo, hace una crítica.

Dice que siente el arte muy decadente en Coahuila, están olvidados muchos artistas saltillenses, “con mucha capacidad de enseñanza ya que no es lo mismo plasmar que enseñar, pues enseñar es un don maravilloso como el don de ser artista”.