Razones

Un país en “santa paz”

Jorge Fernández Menéndez

El debate del domingo en la noche mostró a una Xóchitl Gálvez mucho más en su papel de opositora, de confrontar, atacar a Claudia Sheinbaum y al oficialismo. Y también vimos a una candidata de Morena que dedicó mucho más tiempo a defender al gobierno del presidente López Obrador que a impulsar sus propuestas y sus propias causas.

Ello implica que las dos escucharon a sus asesores y leyeron a los analistas. Xóchitl dio un muy mal primer debate, en la forma y en el fondo. Los debates, como se demostró el domingo en la noche, son para atacar, para mostrar personalidad, para generar emociones. Muchos dirán que son para presentar propuestas, pero éstas, al final, si están presentes, vienen envueltas en la confrontación. Esta vez sí lo hizo bien Xóchitl, que tuvo una suerte de pánico escénico en el primer debate y que en esta ocasión fue ella misma.

Claudia había ganado el primer debate porque hizo muy bien en no moverse un centímetro de su línea y sobre todo de su principal hilo argumental que es su desempeño en la Ciudad de México. Pero, como sabemos, el presidente López Obrador quedó molesto con Claudia (y se lo hizo saber a través de La Jornada) por no haber defendido en el debate los “logros” de su gobierno. Como ella mismo dijo tuvo que dedicar en este debate cerca del 70 por ciento a defender al gobierno de López Obrador y en esa misma lógica perdió el debate, porque no terminó defendiéndose a ella misma y porque entonces tuvo que asumir todos los ataques, entre los que Xóchitlinteligentemente incluyó a Rocío Nahle, cuya campaña se está diluyendo en Veracruz ante las constantes denuncias de corrupción (por cierto el debate veracruzano del sábado fue demoledor para la causa de Rocío y se convirtió en un triunfo importante de José Yunes).

Al Presidente, como Claudia lo defendió, esta vez le gustó el debate y en la mañanera de ayer llegó a afirmar que el país estaba en santa paz. No es verdad. El país está muy lejos de estar en paz. Estamos viviendo la situación más grave de violencia en mucho tiempo. Esta semana fue la más violenta del año con 600 asesinatos, este fin de semana fue el más violento del año, con 257 asesinatos; este domingo, cuando se realizaba el debate presidencial, fue el día más violento del año y hubo 103 asesinatos. ¿Quién puede creer que el país está en santa paz?

Y los crímenes y los hechos de violencia se han sucedido en todo el país, con asesinatos de aspirantes, dirigentes partidarios, periodistas como Roberto Carlos Figueroa en Morelos, con bloqueos, zonas ocupadas por los grupos criminales, extorsiones de todo tipo.

Claudia tiene una carta importante que pudo haber esgrimido ayer y que tendrá que usar en el próximo debate cuando se aborde de lleno el tema de la seguridad. Durante su gestión, después de un inicio muy malo, con la llegada de Omar García Harfuch a la Secretaría de Seguridad Ciudadana, sin duda logró avances importantes en ese ámbito. Pero no nos engañemos, la estrategia que se siguió en la ciudad no fue la misma que la nacional: no hubo una actitud contemplativa, sino un golpeteo constante contra los líderes de los grupos criminales. Una estrategia que en el ámbito federal no gustó y tanto no gustó que desde Palacio Nacional y desde los sectores más duros de Morena se boicoteó la candidatura de García Harfuch para imponer a Clara Brugada, pese a que quedó muy lejos del exsecretario en las encuestas.

Claudia tendrá que decidir en el próximo debate si apoya su propia estrategia de seguridad, la que aplicó en la CDMX, o si apoya al Presidente con su estrategia fallida de seguridad. Si hace lo primero se molestarán en Palacio, si hace lo segundo perderá el debate. Lo peor, decíamos aquí ayer, no sólo es que prácticamente todos los delitos graves quedan impunes. El problema mayor es que incluso cuando se tienen éxitos, éstos quedan vulnerados por la propia acción del Estado.

Un juez ordenó la inmediata liberación de Abraham Oseguera, Don Rodo, hermano mayor de Nemesio Oseguera,El Mencho, detenido la semana pasada, uno de los hombres más importantes del CJNG, como lo informamos ampliamente en este espacio. Desde la mañanera se responsabilizó al juez de esa liberación, pero lo cierto es que la misma es responsabilidad de las autoridades, porque la carpeta de investigación estuvo mal integrada, y la versión de los militares que lo detuvieron y la que sostuvo la FGR ante el juez no coincidían, lo que vulneró el proceso y prácticamente obligó al juez a otorgar la libertad a Don Rodo.

Lo cierto es que se suman las decisiones judiciales que dejan libres a los familiares de El Mencho. Además de Don Rodo, como también lo explicamos aquí, próximamente quedará en libertad Rosalinda González, La Jefa, esposa de El Mencho. Está detenida cumpliendo una condena de cinco años por lavado de dinero, pero fue absuelta por el de delincuencia organizada. A más tardar el año próximo podría estar en libertad.

A su hijo mayor fue imposible condenarlo en México, ganó un amparo tras otro y terminó siendo extraditado a Estados Unidos. Ahora se asegura que El Menchito podría aceptar su culpabilidad y convertirse en testigo protegido. Otra hija, Johanna, fue detenida en 2020 en Estados Unidos cuando iba a una audiencia de su hermano mayor, pero fue liberada desde 2022. No han logrado reaprenderla. La hija menor, Laisha Michelle, acusada –como Johanna– de ser parte del cártel e incluso de ordenar secuestros de militares (y las dos casadas con notorios sicarios del cártel) le dieron amparo y está en libertad.

El país no está en santa paz, la estrategia de seguridad no funciona y la coordinación de las propias autoridades del sector, tampoco.