El presidente sigue furioso. Muchas encuestas reportan que su candidata arrasará el 2 de junio, pero está inquieto. Andrés Manuel está nervioso, sabe que hay más pasivos que activos en el balance de su gobierno. López Obrador es consciente de que fracasó como gobernante y que el tiempo se le agotó. Ahora, solamente le queda ganar las elecciones a cualquier costo. Entonces, ya está dispuesto a movilizar cientos de miles de votos. Mientras, ataca con dureza a los que se le oponen.
El tabasqueño acelera el paso y dicta reformas al vapor. Ya requiere el dinero de las AFORES, quiere destruir al Poder Judicial, al Instituto Nacional Electoral y ahora busca tener el poder de indultar a los delincuentes. No quiere dejar cabos sueltos.
El país no marcha bien. Los malos resultados del gobierno,de AMLO, reportan que actualmente, 50 millones de mexicanos están sin acceso de salud. Los cálculos de inflación del INEGI muestran que ya va en el 30 por ciento y creciendo. Mientras, que, en el tema de la deuda, los datos oficiales de Hacienda señalan dos billones (millones de millones) de pesos de deuda nueva en este año electoral. En el gobierno del presidente López Obrador, en 2022, se registró el endeudamiento público más alto desde 2008, en términos reales.
Estamos en el cierre del sexenio. La jornada electoral determinará el destino futuro de millones de mexicanos. También el de la democracia. López Obrador no está preparado para perder. Su Cuarta Transformación ha sido diseñada, por Andrés Manuel, para perdurar, para marcar época. Su proyecto de gobierno es un proyecto de podertransexenal. Durante cinco años, su gobierno se ha enfocado en ganar elecciones e intentar imponer como su sucesora aClaudia Sheinbaum.
En el debate, Sheinbaum tuvo que obedecer y defender al gobierno de AMLO, con datos maquillados, lo que la metió en problemas desde el principio. En tanto, Xóchitl Gálvez logró mostrar a Sheinbaum como mentirosa y la sacó de balance. Tal vez, la dejó marcada.
En este último tramo, la elección podría cerrarse. El presidente, está preparado para una disputa postelectoral. Lo suyo es atacar a la opinión pública para tratar de imponer sus visiones. Vienen las jornadas más intensas. Veremos.