A cuatro años de la masacre de la familia de apellidos también Miller y Langford, ocurrida el 4 de noviembre de 2019, el narco sobrepasó todos los límites al asesinar y quemar a mujeres y niños indefensos en Bavispe, en Sonora muy cerca de Chihuahua
REDACCIÓN MÁS / IA
El 4 de noviembre de hace cuatro años, México se estremeció ante uno de los episodios más violentos vinculados al narcotráfico. Un grupo de narcotraficantes perpetró una brutal masacre en la que mujeres y niños inocentes de la familia LeBarón-Miller-Langford perdieron la vida en un ataque que superó todos los límites de crueldad.
La noche de horror en la que perdieron la vida nueve de sus miembros también fue testigo de actos de valentía y heroísmo por parte de los niños sobrevivientes. Devin, un joven de 13 años en ese momento, demostró una valentía inquebrantable al ocultar a seis de sus hermanos en los arbustos y emprender una búsqueda desesperada de ayuda, según reportó Infobae México.
Devin reveló las últimas palabras de su madre, Dawna, quien fue acribillada por los sicarios. “Agáchense ahora mismo”, les dijo a sus hijos mientras rezaba a Dios e intentaba encender el automóvil para escapar del lugar donde fueron emboscados. Sin embargo, el automóvil no funcionaba debido a los impactos de bala.
Los sicarios dispararon indiscriminadamente contra la familia, golpeando el automóvil con innumerables balas. Posteriormente, sacaron a la familia de las camionetas en las que viajaban y los arrojaron al suelo como si estuvieran a punto de ejecutarlos. Afortunadamente, los abandonaron en el lugar y se retiraron.
Devin escondió a sus hermanos en los arbustos y los cubrió con ramas para mantenerlos a salvo mientras se aventuraba a buscar ayuda en un trayecto a pie de más de 20 kilómetros por el desierto. El miedo lo invadió, temiendo que alguien pudiera dispararle o seguirlo. A pesar del terror, este niño de 13 años llegó a pedir ayuda y relatar lo sucedido a otros familiares, quienes rápidamente regresaron al lugar de la masacre en un intento de encontrar a los niños escondidos y rescatarlos.
Al llegar, se encontraron con un escenario desgarrador: Dawna Langford, de 43 años, yacía muerta sobre el volante, junto a dos de sus hijos, Trevor y Rogan Langford, de 11 y 2 años, respectivamente. Devin recordó a su madre como “una buena persona y una mujer valiente que intentó salvar a sus hijos”. Junto al automóvil, descubrieron una chequera de un banco, lo que sugiere que los agresores volvieron al vehículo para disparar más veces y posteriormente prenderlo en llamas, con la familia dentro.
Julián LeBaron compartió con Infobae México la historia de su prima menor, Mackenzie, quien caminó aproximadamente 14 kilómetros con una herida de bala leve en busca de ayuda, después de estar preocupada al ver que Devin no regresaba tras pasar varias horas en la oscuridad de la noche.
Las impactantes narraciones de los sobrevivientes se sumaron al relato de John LeBarón, sobrino de Dawna Ray Langford, quien estaba casada con David LeBarón antes de perder la vida en la emboscada. John describió con detalle el ataque en los límites de Sonora y Chihuahua, un viaje que terminó en tragedia.
La masacre de la familia LeBarón-Miller-Langford a manos de cárteles de droga en México generó una ola de indignación y tristeza por el nivel de violencia asociado al narcotráfico. Durante 11 horas, sus familiares en todo Sonora, Chihuahua y el medio oeste de Estados Unidos esperaron con temor y horror cualquier noticia sobre posibles sobrevivientes. La violencia de ese día dejó una marca imborrable en la memoria de México y el mundo.
- Las nueve víctimas mortales del ataque fueron:
- Rhonita Maria Miller (30 años)
- Howard Jacob Miller, Jr. (12 años)
- Krystal Bellaine Miller (10 años)
- Titus Alvin Miller (8 meses)
- infobae
- Tiana Gricel Miller (8 meses)
- Christina Marie Langford Johnson (29 años)
- Dawna Ray Langford (43 años)
- Trevor Harvey Langford (11 años)
- Rogan Jay Langford (2 años)