Vendedores de humo (2). Cruz Elon Musk Treviño de la Garza

ENRIQUE ABASOLO

Hablábamos de cuán fácil es para un embaucador carismático engatusar no sólo al aldeano común, sino también a las élites políticas, empresariales y hasta intelectuales. Cuando se tiene el suficiente poder de seducción y muy pocos escrúpulos, con una buena historia se puede convencer a quien sea prácticamente de lo que sea. Y lo único que nos salvará  es el pensamiento crítico y una toma de decisiones racional, basada en los datos y no en la emoción.

​Ilustramos con el caso de Elizabeth Holmes y su emporio de humo, Theranos, el próximo gran salto en la ciencia médica que resultó ser tan sólo un embuste que sin embargo engañó hasta a la gente en la Casa Blanca y a un montón de empresarios multimillonarios a los que ni siquiera su amor al dinero previno de caer en las redes de una marrullera profesional.

​En México no íbamos a ser la excepción. Todavía me da escalofríos recordar el Detector Molecular GT200 (patentado por el doctor Chunga) que durante la administración de Felipe Calderón adquirió nuestro hoy impoluto Ejército para supuestamente prevenir el tráfico de drogas y explosivos. Mucha gente tristemente fue arrestada e increíblemente sentenciada por obra de un defraudador que le vendió a la Sedena un lote de estos juguetes en 450 millones de pesos. ¡Genial!

​Y todo esto se habría evitado si el Gobierno tuviera al menos un asesor en ciencia que con toda la delicadeza y claridad requeridas nos explicara que los detectores moleculares ¡NO EXISTEN!

​El abuelo que hoy nos desgobierna es un necio que cree o dice creer en los aluxes, y que afirma sin empachos que hay un mundo más allá de lo racional (aunque ello sólo podría ser una referencia a su propia administración), tampoco puede ufanarse de buscar la aproximación más científica a la hora de tomar sus decisiones.

​Pero hoy quería referirme a otro gobierno de orden local que le está apostando demasiado a una empresa muy temeraria sin analizar los riesgos ni cuestionarse siquiera sobre los dudosos antecedentes del charlatán que lo embarcó en su aventura empresarial.

​Samuel Garcia, monarca del vecino reino del “nuevo Nuevo León”, según reza su hepática propaganda es, pese a sus taras, una figura carismática. Fue gracias a sus modos, aparente estilo de vida y manera de hablar tan característica de los juniors del noreste mexicano, que la población nuevoleonesa decidió convertirlo, junto con su esposa, más que en Gobernador y Primera Dama, en la Reina y el Rey Feo de esta Entidad.

​Así que siendo más figura mediática que político, Samuel fácilmente se deja cautivar por otros de su misma especie. ¿Y quién podría ser más mediático que el hombre más rico del planeta, el Iron Man con capacidades diferentes, el genio que catafixió Twitter por una espantosa X?

​Más  que analizar los números que podría significar la instalación de una planta Tesla para la economía de Nuevo León, Samy calculó el beneficio que podría reportarle en lo político ser el socio en el sector público de Musk. Pero de haber sido tan sólo un poco más sensato, Samuel debió considerar tres o cuatro aspectos básicos de la biografía del rockstar de las pseudo innovaciones tecnológicas. A saber:

​-Musk no es ningún  inventor visionario, quizás alguno de sus empleados lo sea, pero él no puede adjudicarse a título personal ningún desarrollo. Aún así, se vende como una especie de genio magnate, como un Tony Stark (nomás que feo), porque sabe que una buena narrativa vende mejor que un buen producto.

​-Tesla no es ni por asomo la marca de autos que el mundo del mañana nos había prometido y probablemente termine por perder terreno frente a otras divisas automotrices.

​-Las posturas políticas de Musk no son ningún secreto. Piense en la retahíla de descalificaciones que suelta AMLO cada mañana en contra de quien se deje y está describiendo a Musk: Racista, elitista, neoliberal, conservador. Musk no es ningún filántropo y si está pensando en un mejor mañana, dicho mañana no le incluye a usted ni a mí.

​-Todo lo que Musk promete fracasa, carece de aplicación en el mundo real o sencillamente no es factible. Lo que no ha impedido que, luego de cualquiera de sus descabellados anuncios, sus seguidores aullen de emoción y él haga lo mismo por el subidón que le inyecta con ello a sus acciones.

​-Musk se vende como alguien que llegó a coronarse por mérito propio en el circuito máximo de  los putrillonarios, gracias a su sagacidad empresarial y visión innovadora, y aunque hay quien le compra semejante cuento, nunca debemos olvidar que nació rico (en el seno de una familia sudafricana de explotadores de minas de diamantes) mientras que él sólo se dedica a jugar con las bolsas de valores.

​De vuelta con “El Rey de Monterrey”, Samuel debió advertir que Elon es muy dado a hacer anuncios espectaculares para cimbrar los mercados y luego echarse para atrás, arruinando en el ínter a los que creyeron en sus declaraciones. Así lo hizo con DogeCoin, intentó luego repetirlo con Twitter pero una orden judicial le obligó a finiquitar la adquisición, no obstante tenía todo listo ya para dejar tirada la compra venta y con ella a los accionistas. Hoy, más a fuerza que otra cosa, es el CEO de una red social que desde entonces sólo decrece.

​Suponemos que para Samy era muy seductora la idea de verse asociado con un icono mundial, aunque sólo sea Musk un súper charlatán a nivel global. No obstante, tratándose del sujeto que más aguacate puede comprar en el mundo, mr. Tesla es de alguna manera carismático y tiene una secta de adoradores que estiman que, si se encuentra en la cúspide de la pirámide nutricional, debe ser por talentoso y visionario, nunca por aventajado y perverso.

​Y claro, todos quienes osamos criticarle somos unos resentidos envidiosos de que será Musk quien lleve a la humanidad al siguiente nivel. Pero el bienestar del prójimo es algo que no podría valerle menos longaniza a esta fusión de Lex Luthor y los Hermanos Lelos.

Samuel García debió interesarse por conocer objetivamente a la persona y no al personaje; por revisar el oscuro perfil empresarial de este vampiro bursátil antes de invitarlo a pasar arriesgando a las finanzas públicas, a los inversionistas y hasta a la gente de a pie.

​Pero a Samy se le quemaban las habas porque Elon apadrinara a su primogénita, en la ingenua suposición de que Musk lo ve como a un igual y de que haciéndolo compadre detonaría su carrera política colocándolo en la antesala de la Presidencia de México.

​Musk ya dio el primer aviso de que posiblemente Tesla no venga a tierras nuevoleonesas con toda la rapidez y el empuje inicialmente anunciados, lo que podría ser la antesala de que “dijo mi mamá que siempre no”. Y ello a nadie le deberá sorprender. Será Musk siendo Musk, y nada más.

​Como ya le digo hasta el cansancio, hay una enorme necesidad de ejercer el sentido crítico y el sentido común; de saber antes de creer, y de interpretar datos antes que seguir corazonadas, tanto en nuestras vidas cotidianas como en cualquier aventura empresarial.

Nuestros gobernantes sin embargo a veces se dan el lujo de arriesgarse porque, después de todo, nunca es su propio dinero el que comprometen. En todo caso, el único capital que arriesgan es su capital político.